Esto lo escribo sobre la marcha
pues hace unos minutos que he llegado a La Orotava y veo en las redes sociales
que ha fallecido esta semana don Victoriano Hernández a los 98 años de edad de
forma repentina.
A don Victoriano el año pasado le
dediqué unas palabras en este blog y la verdad que desconocía su óbito. Odio hacerlo,
pero hago un copia y pega desde la página de Prensa del Ayuntamiento pues está
todo muy bien resumido.
"LA
OROTAVA PROPONE A VICTORIANO HERNÁNDEZ TRUJILLO AL PREMIO TENERIFE RURAL
LA
PROPUESTA APROBADA EN PLENO ES ANTERIOR A SU RECIENTE FALLECIMIENTO POR LO QUE
SE ESPERA QUE SE CONCEDA EL RECONOCIMIENTO, POR SU EJEMPLAR LABOR, A TÍTULO
PÓSTUMO
El
Pleno extraordinario del Ayuntamiento de La Orotava celebrado a principios del
pasado junio acordó, por unanimidad de los grupos que conforman la corporación
municipal, proponer a Victoriano Hernández Trujillo (DEP) a la convocatoria de
los Premios Tenerife Rural de la institución insular. Se propone en la
modalidad de “Conservación de la Biodiversidad Agraria y de los Agrosistemas
Tradicionales” por su aportación a la preservación de las técnicas de cultivo
ancestrales, su contribución en la conservación de semillas de variedades
locales y por la transmisión de todo su conocimiento a las generaciones
posteriores.
Lamentable, Victoriano Hernández Trujillo falleció de forma repentina esta misma semana con 98 años de edad. Por lo que desde el Ayuntamiento de La Orotava se espera que el Cabildo de Tenerife mantenga la propuesta y si se considera oportuno, ante todos los valores y méritos en la línea de la convocatoria, concederle el premio a título póstumo cuando corresponda.
Lamentable, Victoriano Hernández Trujillo falleció de forma repentina esta misma semana con 98 años de edad. Por lo que desde el Ayuntamiento de La Orotava se espera que el Cabildo de Tenerife mantenga la propuesta y si se considera oportuno, ante todos los valores y méritos en la línea de la convocatoria, concederle el premio a título póstumo cuando corresponda.
Victoriano
Hernández nació en 1922 en el seno de una familia humilde. Desde pequeño, al
igual que sus ocho hermanos, estuvo vinculado al trabajo de la tierra en
cultivos de plátanos, papas y otros productos del campo. Apenas aprendió a leer
y a escribir, dejando esta actividad para tan solo algunas noches en su
precaria niñez. Solo interrumpió sus labores durante 30 meses por el servicio
militar, y gracias a sus conocimientos en el cultivo del plátano, continuó
trabajando en diversas fincas en el municipio norteño. Se casó en 1951, a los
29 años de edad, con Eusebia Pérez Perdigón, y fruto del matrimonio sus 8 hijos
(4 varones y 4 mujeres), a los que se suman 16 nietos y 6 bisnietos. Con el
paso de los años se dedicó a otros cultivos como la vid. Alternó la producción
de hortalizas y la venta del mosto propio, con las labores agrícolas en la
platanera ajena, donde fue peón hasta el día de su jubilación. En ese periodo,
también cuidó del ganado doméstico con el que contribuyó a suplir las
necesidades primarias de su amplia familia. Trabajó las viñas con el sistema
tradicional de cordón tranzado que aprendió de su padre. En este periodo, sus
hijos se fueron incorporando a las labores agrícolas, produciéndose así el
relevo generacional que perdura hasta la actualidad.
Victoriano
Hernández destacó por ser maestro de las prácticas agronómicas tradicionales.
Creó en su mente y en su finca un puzle de cultivos sabiamente distribuidos y
en equilibrio, adaptados al clima y a la geografía orotavense, y que son un
ejemplo de aprovechamiento de los recursos del medio, de conservación de las
variedades locales y del uso de sistemas tradicionales.
Por
todo ello, desde la concejalía de Agricultura del Consistorio villero se valora
toda su trayectoria durante, aproximadamente, nueve décadas. Entre sus diversas
prácticas agrícolas tradicionales están: la siembra de la platanera con
‘cabezas grandes’, el deshijado, las abonadas con estiércol y guano, los riegos
por atarjeas o tornas, el desflorillado, el corte y traslado de las piñas de
plátanos al hombro. También por su dedicación al cultivo tradicional de la papa
en surcos entre los claros del cultivo de la viña. A la par de valorar su
profundo conocimiento en el ciclo de cultivo de diversas variedades que le
permitió, durante décadas, obtener varias cosechas anuales y abastecer al
mercado local. Además. Se dedicó al cultivo de la viña con el cordón trenzado,
un sistema de conducción ancestral de gran valor patrimonial. Mantuvo las
prácticas culturales asociadas al cordón trenzado como la limpieza de pámpanos,
la poda, el amarre con la badana de la platanera, la aplicación de azufre y la
vendimia en un contexto puramente familiar. Entre las prácticas culturales que
ha desarrollado en su particular agrosistema destaca la obtención de hebras de
junco para atar la viña. Durante mucho tiempo realizó el procedimiento
tradicional de segarlo en verano, remojarlo y majarlo. Tras la fase de secado
al sol, utilizó el junco para amarrar los cordones trenzados de sus tierras.
Además,
a lo largo de su trayectoria aprendió a interpretar el microclima, los
fenómenos meteorológicos y las estaciones, lo que le permitió predecir el
momento idóneo para sembrar y cosechar. En su mente custodió un calendario
agronómico propio y contextualizado en el ámbito geográfico de la zona de Los
Gómez, que supo transmitir a sus hijas e hijos, de manera que en cada momento
del año se podía ejecutar un trabajo específico. La selección y conservación de
semilla generacional es otro de sus valores. Su capacidad para elegir la
simiente ideal y conservarla en el lugar adecuado ha garantizado que sus
tierras continúen cultivadas y la contribución a un agrosistema tradicional
dinámico.
Prueba de su destacada labor en el ámbito agrario, y especialmente en el sector vitivinícola, se muestra en los premios que recibió año tras año en diversos concursos locales como cosechero, y también recibió galardón del Cordón Trenzado en reconocimiento a su trayectoria en el sector.
Prueba de su destacada labor en el ámbito agrario, y especialmente en el sector vitivinícola, se muestra en los premios que recibió año tras año en diversos concursos locales como cosechero, y también recibió galardón del Cordón Trenzado en reconocimiento a su trayectoria en el sector.
Victoriano
Hernández Trujillo es el ejemplo vivo del respeto a los agrosistemas y la
biodiversidad agraria. Ha sido, sin duda, un transmisor fiel del patrimonio
agrario dentro de la cultura canaria, por lo que es merecedor (ahora a título
póstumo) del Premio Tenerife Rural de 2020, un año que pasará a la historia por
la enfermedad del COVID-19.
“Esto mejorará, pero esa plaga se quedará igual que se quedó el bicho de la papa”, manifestó Victoriano Hernández durante el Estado de Alarma. El ayuntamiento le comunicó la propuesta a finales del pasado mes de mayo, y él mismo la firmó el documento con mucha humildad y agradecimiento."
“Esto mejorará, pero esa plaga se quedará igual que se quedó el bicho de la papa”, manifestó Victoriano Hernández durante el Estado de Alarma. El ayuntamiento le comunicó la propuesta a finales del pasado mes de mayo, y él mismo la firmó el documento con mucha humildad y agradecimiento."
Desde aquí solo puedo expresar mi
sentido pésame por el fallecimiento de este AGRONOMO en mayúsculas que tanto
hizo por nuestro mundo rural. Igualmente expresar mi total apoyo a que se le
conceda este galardón a título póstumo porque nueve décadas en algo como la
agricultura, y más la canaria, no es cosa baladí. Se nos van yendo las mejores
generaciones del siglo XX y esperemos, seguro que sí, que el legado de don
Victoriano perdure en el tiempo.
Mi más sentido pésame a su
familia y allegados. Que la Luz eterna y perpetua ya brille para don
Victoriano. Descanse en Paz.
Dejo aquí el link del artículo
que le dediqué el año pasado.