Un Pueblo para su Gente y una Gente para su Pueblo. La Villa de La Orotava es más que un sentimiento. Blog siempre en aguerrida libertad.

domingo, 3 de abril de 2022

Fray Alonso de Espinosa.

«El pueblo de La Orotava, poblado de la gente más granada y de más lustre que a la Isla vino, tiene de vecindad ochocientos y más vecinos. Es un pueblo muy fresco, fundado en una ladera, tiene muy buenos edificios y calles, aunque agrias de subir. Tuvo dentro del mismo pueblo tres ingenios de azúcar y tiene hoy once molinos de a dos piedras; tiene su acequia que atraviesa todo el pueblo. En su circuito hay una legua de tierra, la mejor y de más provecho que hay en las islas y aun en España, porque en ella se da y cría todo lo que se pueda desear. Es la gente de este pueblo (porque lo lleva de suelo) muy caballerosa, aunque algo altiva, y como la hacienda de pocos padres se ha dividido en muchos hijos, no tienen la posibilidad que querían para demostrar los ánimos que representan.»

La primitiva historia de Tenerife. Sevilla 1594.

Fray Alonso de Espinosa.

 

 

De fray Alonso de Espinosa no nos ha llegado ninguna imagen en base a un dibujo, oleo, etc. Ignoro si existe en alguna pinacoteca o archivo algún retrato suyo. Esta imagen es de los archivos de imágenes de la web y la he insertado para contextualizar al personaje. Imagen: https://www.pngegg.com/es/png-ezhdn


 

 

Hoy nos vamos al siglo XVI de la mano de fray Alonso de Espinosa. Religioso que visitó tierras villeras allá cuándo este pueblo aún estaba en su niñez.

Este es el primer escrito que realizo en base la lectura de “Lo que han dicho de ti”, libro al que le dediqué un artículo y del que comenté que extraería todo el material que me pareciera de importancia (pincha aquí si quieres leer dicho artículo).

Según copio de Wikipedia:

Nació en Alcalá de Henares, pero siendo niño se trasladó a Guatemala, donde se había convertido en un sacerdote de la Orden dominica. En 1579 regresa a España, más concretamente se instala en las Islas Canarias. Mientras estuvo allí investigó sobre el milagro de la aparición de Nuestra Señora de la Candelaria (Patrona de las Islas Canarias), cuyo hallazgo por parte de dos aborígenes guanches habría ocurrido aproximadamente en 1392.

En 1594 se desplazó a Sevilla, y allí publicó su libro "Del origen y milagros de la Santa Imagen de nuestra Señora de Candelaria", que apareció en la Isla de Tenerife con la descripción de esta Isla. Dicha obra se divide en cuatro libros; el primero de ellos constituye el marco geográfico e histórico del tema principal de la obra, incluyendo la descripción de la isla de Tenerife y sus antiguos pobladores. El segundo libro trata sobre la aparición de la virgen de Candelaria a los guanches, mientras que el tercero versa sobra la conquista de la isla por los castellanos. El último libro está dedicado a la descripción de hasta 57 milagros atribuidos a la imagen de la virgen de Candelaria.

El texto de Espinosa, junto con el tratado histórico atribuido a fray Juam de Abreu Galindo y el libro de Leonardo Torriani es la mejor fuente que existe sobre el modo de vivir y las costumbres de los guanches.

 

Este señor aparte de su faceta religiosa se fue un compilador y divulgador de la historia de Canarias. Desde tiempos de la Conquista hasta enlazarla con los antiguos textos griegos en relación a los Campos Elíseos y la isla de los Bienaventurados. Él recopila las crónicas de los primeros castellanos en Tenerife y de sus operaciones militares, haciendo una narración de los hechos de la batalla entre las huestes de Alonso de Lugo frente a las de Bencomo. Todo esto debe leerse con cautela, pues fray Alonso no fue testigo directo de los hechos. De esta historia en el último de los capítulos trata sobre nuestro municipio al referirse al repartimiento de tierras y aguas.

Yo no soy historiador ni divulgador. Por tanto sólo voy a desglosar el texto citado más arriba y aportarle mi visión personal. Aclarar esto, pues son los academicistas los que deben someter los textos a riguroso escrutinio y no yo.

Nos dice fray Alonso lo siguiente:

«El pueblo de La Orotava, poblado de la gente más granada y de más lustre que a la Isla vino…»

Yo no sé si era o no la gente más granada y de lustre, pues yo estoy en el siglo XXI y no en el XVI. Pero sí intuyo que aquella gente que clavó en esta tierra villera los estandartes de Castilla para crear una nueva Patria que su génesis fue unir el nuevo poder al anterior para dar una línea genuina, pero a la vez continuista, debían ser gentes de sustancia. Hidalgos, damas y gentilhombres que fundaban una Orotava en pleno apogeo del Renacimiento. Eso, al igual que en San Cristóbal de La Laguna, forjó un carácter e idiosincrasia propia. Carácter que a lo largo de los siglos se ha ido manteniendo, pero que llega a nuestros días muy diluido. He escrito, y lo sostengo, hidalgos, damas y gentilhombres, pero no puedo olvidarme de aquellos que llegaron tras ellos y que hicieron que este pueblo pudiera salir adelante. Artesanos, agricultores, ganaderos, funcionarios… Villa de nobleza sí, pero a la vez Villa de pueblo.

«… Tuvo dentro del mismo pueblo tres ingenios de azúcar y tiene hoy once molinos de a dos piedras; tiene su acequia que atraviesa todo el pueblo…»

Este fragmento lo considero de suma importancia, pues fue el motor de La Orotava. Sus ingenios azucareros y molinos, ese aporte igualmente enriquecedor de población portuguesa que aquí se asentó, fue esencial para hacer habitable este lugar a la forma de vida de las nuevas poblaciones.

Y aquí tengo que reivindicar la importancia de los molinos y de darles en este siglo XXI el valor que merecen. Últimamente está muy en boga el tema de los molinos en La Orotava y su conservación más el poder adecuarlos para proyectos etnográficos e históricos. E incluso he leído por ahí que la profesión de molinero acabará desapareciendo en la Villa pues no tiene el relevo generacional que debería. Ignoro si es verdad o no, pero yo iría a probar eso de molinero en La Orotava. Me parece una profesión muy bonita y tan propia del acervo cultural canario. Felizmente quedan dos molinos en activo los cuales debemos mimar y hacer todo lo posible para que sigan desempeñando su labor industrial. Y a los que están en desusos conservarlos, pues son unos elementos arquitectónicos e histórico de un valor incalculable.

«…En su circuito hay una legua de tierra, la mejor y de más provecho que hay en las islas y aun en España, porque en ella se da y cría todo lo que se pueda desear…»

De este tema no nos puede caber duda alguna. Son, o desgraciadamente fueron, estas tierras del Valle las más fértiles, no sólo de la isla, sino de todo el Archipiélago. Esto de la fertilidad de las tierras ya es algo muy citado y remarcado en los antiguos textos griegos. Las condiciones en las que se encuentra enclavado el Valle hicieron que fuera fructífero para la agricultura y ganadería. Pero de eso ya va quedando poco, porque a las buenas tierras se las abonó con cemento y por cuestiones de diversas índoles muchos terrenos están vacíos y los que aún funcionan son minifundios para consumo propio. Quedan algunas grandes extensiones en explotación, pero que no pueden alcanzar el potencial de antaño.

Y esto debe de darnos un toque de atención en base a la coyuntura mundial y nacional actual. El depender de terceros países y de un sistema de trasportes que hace agua porque están trabajando a pérdidas hace reflexionar, pues la situación está dando la razón, de que se debe reactivar todo el suelo rustico abandonado y adecuar todo aquel que sirva para tal fin. Y más en una región como ésta fragmentada en ocho territorios y rodeada de mar.

«…Es la gente de este pueblo (porque lo lleva de suelo) muy caballerosa, aunque algo altiva…»

Gente caballerosa, o no, hay en todos lados y La Orotava no es una excepción. Como dijo una vez alguien de cuyo nombre no me quiero acorar “En La Orotava hay villeros y villanos”. Razón no le faltaba ante esa afirmación. De todo hay en la viña del Señor.

«… y como la hacienda de pocos padres se ha dividido en muchos hijos, no tienen la posibilidad que querían para demostrar los ánimos que representan.»

Este fue uno de los grandes problemas de la nobleza canaria frente a la peninsular. No había extensión territorial para tanto y por tanto no había herencia suficiente para cuantiosos hijos. En contraposición con la nobleza peninsular tenemos por ejemplo a la Casa de Alba que tiene innumerables posesiones repartidas por toda la geografía patria. Con el añadido de que los ánimos que querían representar los nobles canarios menguaron aún más cuando en España se abole la ley de los mayorazgos que beneficiaba al primogénito. Eso ya le dio un golpe aún mayor a la nobleza en general y en especial a la canaria.

Aún así en La Orotava, al igual que La Laguna, hemos tenido apellidos de rancio abolengo e importantes blasones. Muestra de ello es que muchos aún se conservan en los dinteles de sus moradas.

Esta ultima parte la refiero más a titulo anecdótico, pues desde la proliferación de las clases medias, hoy en diezmadas y en vías de extinción social, la nobleza ha dejado de tener un papel preponderante en la sociedad. Yo que he tenido el privilegio, al igual que si me refiriera a gente humilde, de conocer a ilustres apellidos puedo afirmar que lo de caballeros, y damas, lo tenían más que ganado. Pero como digo este escrito es un desglose de mi opinión personal y cada cual tendrá la suya.

Si nos damos cuenta con este texto que escribo, y posiblemente igual nos sucederá con otros que traiga, hay una especie de involución y a la vez de aviso que ha surgido mientras armaba estas paupérrimas palabras.

Por una parte, se nos menciona lo que fuimos y lo que debemos de ser. O lo que es lo mismo fortalecer esa herencia histórica nacida en la legitimidad de dos mundos que se mezclan entre sí para formar esta patria villera.

Por otro lado, se nos recuerda el valor de la agricultura por medio de la fertilidad y fecundidad de nuestras tierras.

Y por último nos hace un recuerdo a esa caballerosidad y altives propia de las grandes razas orgullosas que defienden y aman el suelo sagrado de la Patrias. Y esto debemos recuperarlos, pues estamos en una degradación social que no nos puede ser ajena. No problema propio de La Orotava sino endémico de todo Occidente. Una clara señal de que estamos próximos a la caída de ésta Edad Contemporánea y de la Civilización Occidental.

Extenderme más seria inicuo, pues creo que el texto de fray Alonso es totalmente claro en su descripción. Nosotros tenemos aquí una tierra, historia y valores que debemos defender. No hay más. Otra cosa son teorías extrañas que a mi me parecen sumamente aborrecibles.

Sea hoy el recuerdo para Fray Alonso de Espinosa y que Dios lo tenga en la gloria. Y como siempre refiero, estos son escritos que sirven como banderín de enganche para quienes quieran ahondar más en el personaje y la historia de nuestro municipio. De momento aquí lo dejo pues más no tengo que aportar.

Saludos.

 

Si te ha gustado este artículo puedes compartirlo en tus redes sociales y de mensajería favoritas. Con ello ayudas a la difusión del mismo y permites que el blog siga creciendo. Gracias.


 

También puedes seguirme en Instagram, Twitter y YouTube pinchando sobre los iconos:

 


#100x100villerosdelaorotava
 
© 2022 Francisco García.
Texto, el propio de éste blog, sujeto a derechos de propiedad intelectual bajo licencia de Copyright.
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la Ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de este texto, el propio de éste blog, y/o imágenes por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático o cualquier otra forma de cesión del texto, el propio de éste blog, sin la autorización previa y por escrito del titular del Copyright. Recuerde que hacer una captura de pantalla es un método igualmente ilegal punible ante la Ley de Propiedad Intelectual. El desconocimiento de la Ley no exime de su cumplimiento.
Todos los derechos reservados a favor de © Francisco García.
Primera edición del texto: Abril de 2022.