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| Portada del primer número de la revista Arau. |
Recientemente en esta Villa se ha presentado la revista Arau (abreviatura de Arautava o Arautápala) donde aglutina catorce artículos sobre nuestro patrimonio municipal en diversas áreas como es arquitectura, folclore, etnografía, naturaleza, tradición, historia…
Yo no tengo muchas oportunidades, tampoco tengo por qué, de felicitar las actividades que impulsa este Ayuntamiento, esta vez junto al Gobierno de Canarias, pero ahora sí que he de darles una enhorabuena en mayúsculas. Tampoco se acostumbren que lo cortés no quita lo valiente.
Arau nace con la vocación de visualizar nuestro patrimonio. Ese que tenemos tan cercano y a la vez tan desconocido. Ese es uno de los males endémicos de todo pueblo con una riqueza como el nuestro. Que hay cosas que las tenemos desde siempre aquí y no les damos el valor que merecen. Y hay que conocerlo para cuidarlo. Porque no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde.
En un vistazo que le he echado a la revista, y aunque hay algunos temas que he tocado en este blog (siempre dentro de mis propias vivencias), estoy seguro que tres cuartas partes de lo expuesto yo lo desconozco.
Siempre digo, y de eso ya creo que sé un poco, que hay que tener mucho cuidado con lo que se publica. Por eso siempre soy muy cortante de que yo no soy historiador, divulgador ni escritor. Simplemente soy relator de mis propias vivencias que las extrapolo a este blog.
Un ejemplo claro es que en este primer número de Arau se expone un artículo sobre el recorrido que hizo la Antorcha Olímpica de Barcelona 92 por La Orotava por parte de Francisco Javier León Álvarez. De eso escribí hace años, pero desde la óptica de mis propios recuerdos. Como igual hace poco escribí sobre el cementerio, incluido en este número, y mi punto de vista del recinto y del libro de José y Pablo. O del Bicho de La Orotava, también incluido en un artículo de Delia Escobar, que también escribí hace poco reivindicando, desde mi ignorancia, que hay que recuperarlo o extenderlo a toda la Villa mediante los centros escolares y encuadrarlo en el programa del Carnaval. O el artículo sobre la acequia de Marta Báez Lorenzo sobre la acequia y su duro trabajo. Porque yo haya estado presente fotografiando y filmando en el proyecto Vamos a la acequia con los amigos del Colectivo Cultural la Escalera eso no me convierte a mi en una persona experta en el tema. Y así estoy seguro que con el resto de artículos.
Personas que se han involucrado en que salga adelante este proyecto como son los que han integrado en la misma sus artículos. Este tipo de publicaciones es fundamental en pueblos que se honran de su historia y nosotros tenemos la suerte de tener un gran elenco de viller@s, con ilusión, inquietudes y formación académica para ello. Pues son ell@s los que se sumergen en archivos y legajos, entrevistan y recopilan testimonios y divulgan sus conocimientos para los que no sabemos, yo el primero, aprendamos y valoramos lo que tenemos. En esa parte en La Orotava somos muy afortunados de tener personas así. Pocos pueblos, creo yo, tienen un grupo tan extenso y formado en sus habitantes para tales menesteres. Y no se me caen los anillos en reconocerlo.
Por tanto esta revista hay que estimarla desde el sentido de lo que heredamos de siglos precedentes, lo qué debemos conservar y mimar y lo qué debemos legar a los hijos e hijas de esta Villa como herederos legítimos, porque otros no hay y así lo marca y sentencia el imperativo de nuestra historia, de esta Patria villera.
Según se comentó en su presentación es un proyecto de una revista cada dos años y será editada en formato digital. Se han impreso unos formatos en físico destinados a colegios y a la Biblioteca Municipal.
Ahí sí que no estoy totalmente de acuerdo. Comprendo que este proyecto lleva una envergadura económica bastante sustanciosa como lo demuestra sus cincuenta y cinco paginas a todo color y múltiples fotografías. Pero esperaba que se hubiera hecho una tirada considerable en físico para todos aquellos que hubiéramos estado interesados en la misma. Ahora algún/a espabilad@ dirá ve a la biblioteca y la consultas. Oiga yo lo quiero para integrarlo en mi biblioteca privada, no para ir a consultarlo a la pública. No quita que me parezca muy bien que la biblioteca y centros escolares lo tengan. Hubiera sido incoherente que no lo tuvieran.
Como yo soy un pureta (ya hice la prueba intentado leerla en el monitor y en la Tablet y va a ser que no), bibliófilo y lector (no historiador, divulgador ni escritor) pues la imprimiré en papel, me gastaré un pastizal en tinta, pero la leeré con más placer. Sarna con gusto no pica.
Más no puedo decir, sino nuevamente felicitar a los promotores de esta idea y los que han compuesto con sus artículos este primer número.
En el siguiente enlace pueden descargarse totalmente gratis el primer número de Arau. Más abajo comparto igualmente el vídeo de su presentación:
Leeré Arau con fruición e ilusión. Y con el deseo de que sea la primera de una larga serie de publicaciones. Por eso hago esta entrada al blog. Que no se diga que aquí no se apoya (boberías no) lo que se hace con acierto y coherencia.
Saludos. Y me voy ya a leer Arau.
Presentación de la revista Arau.