En condiciones normales hoy hubiera sido el Día del Libro.
Una bonita festividad cultural que no debemos perder. Me es imposible concebir
ninguna sociedad avanzada sin libros ni librerías. Tal vez sea ese uno de los motivos
de la debacle mundial y no solo en temas sanitarios. Una sociedad que no lee,
sino que se subyuga a ser dirigida por una elite minoritaria como masa
borreguil adoctrinada no tiene otro destino que el de la molicie y la
perdición.
Esperemos que tras esta crisis las librerías, ya de por sí
azotadas desde hace muchos años, puedan volver a retomar su actividad a pleno
funcionamiento y con ello los libreros, la mayoría autónomos, que sin facturar están
pagando con las consabidas consecuencias económicas. No hay profesión más
bonita que la de librero/a como paras perderlos.
Hoy quiero tener este recuerdo para el fantástico mundo del
libro con este escrito de mi autoría publicado hace un tiempo.
Pese a todo ¡Feliz Día del Libro!