Indudablemente hoy es un día de
un fuerte golpe anímico ante las noticias que me están llegando. Por tal la
demora de este escrito pues me estoy enterando en el mismo momento que
improvisadamente empiezo a redactar estas palabras. Leo con pesar la luctuosa noticia
del fallecimiento de doña Araceli Morales, la que en su momento adjetivé como
la ultima gran dama de la Villa de La Orotava.
¿Qué puedo decir de esta gran
mujer que no dijera ya en el escrito que en su día le dediqué? Escrito que ella
leyó con muchísima ilusión y del que tan agradecida quedó siempre. Pero ¿qué inspiración
seria precisa p ara poder estar a la altura de dedicarle unas palabras a tan
magna mujer? En estos pensamientos que ahora golpean mi mente para intentar
expresar esta enorme pena me atrevo a decir que todos/as los que tuvimos el
honor de conocer a doña Araceli fuimos unos privilegiados.
Doña Araceli despidiéndose ya camino de la Eternidad. Nos toca a los que aquí quedamos mantener y conservar su enorme ejemplo y patriotismo villero. |
Privilegiados de tratar con un
ser humano excepcional.
Privilegiados de conocer a una
mujer de una educación y unas maneras exquisitas.
Privilegiados de conocer a una
persona que encarnó a la perfección toda la esencia de La Orotava.
Privilegiados de conocer a una
mujer que vio durante décadas el devenir del pueblo desde su privilegiada
atalaya en la calle la carrera.
En definitiva, privilegiados de
haber conocido a alguien como ella. Siempre dama, siempre La Orotava en su máxima
expresión. Historia de prácticamente el último siglo.
Sé, porque estoy viendo las estadísticas
que aquel escrito publicado en 2015 se está leyendo bastante en esta jornada.
Allí expresé lo qué para mi era, y siempre será, doña Araceli. Recuerdos y sentimientos hoy
magnificados donde la velocidad de mis dedos con el teclado se ven afectadas
por las lagrimas de mis ojos. La ultima vez que la vi fue aquel domingo después
de la calima que no azotó. Iba por la calle San Agustín y la salude desde lejos
pues estaba fotografiando el carnaval en la calle. Desde la lejanía me devolvió
el saludo con aquella sonrisa siempre amable y aquel saber estar tan propio de
ella. Saludé que guardaré siempre en lo más predilecto de mis recuerdos.
Hoy La Orotava se queda huérfana
de una noble y leal hija. Hoy en nuestra corazón y alma villero nos ponemos el crespón
negro ante la marcha de esta insigne persona. Nada volverá a ser igual sin
ella. Ni Semana Santa, Corpus, Romería… donde ella, con su actitud silente pero
presente la convirtieron en un icono de La Orotava. Siempre tan atenta con los
alfombristas el Jueves de Corpus donde abría su casa para agasajarlos con un
desayuno. Recuerdo que la gente me
preguntaba por qué cuando la veía le hacia una reverencia. Hasta ese momento ni
yo mismo sabia el por qué de dicho lenguaje corporal. Simplemente lo hacía por
señal de respeto hacia doña Araceli en las que tantas virtudes vi encarnadas a
lo largo de su vida.
Esta situación que pasamos por el
Covid 19 nos impide haberla despedido y rendirle el tributo que merecía. Pero
cuando todo esto pase allí estaremos honrando su memoria. Depositando el
sentido homenaje a una persona que despertó la admiración en tantos hijos e
hijas de este pueblo. Gracias doña Araceli por habernos brindado a todos su
amistad y sapiencia. Gracias por aquellos minutos de charla que siempre deparábamos
cuando nos cruzábamos por nuestras amadas calles villeras. Ella siempre
elegante y coqueta transitando y repartiendo alegría. La mujer se ha ido pero
el ideal pervive en nosotros. Ahora nos toca llorar su marcha con mucha frustración. Con el añadido
entristecido de no poder despedirla a la altura que ella merecía. Pero
igualmente debemos honrar su figura siempre, porque ella fue, es y será uno de
los eslabones más sólidos que yo conocí en la cadena del ADN villero.
Mi más sentido pésame a sus
familiares, amigos y a todos los que tuvimos la fortuna de conocerla. Dios la acoja
en la Gloria a esta mujer tan devota junto a su esposo don
Nicandro. Ya en el Cielo están prácticamente todas
aquellas villeras que antaño formaron la asociación del Sagrado Corazón de María.
Que la Luz eterna y perpetua ya
brille para doña Araceli Morales Llanos. Gran señora, dama y sobre todo
VILLERA. Siempre estará presente en
nuestros recuerdos y corazones. Ni en mil años La Orotava tendrá
otra gran hija como ella.
Descanse en Paz.
*Este fue uno de mis escritos en el blog. Derivaba de una publicación realizada por mí en otro medio, pero quería que en los inicios de este blog estuviera igualmente presente aquí. Allí expreso lo que para mí, y tantos otros, era doña Araceli.
https://100x100villerosdelaorotava.blogspot.com/2017/02/dona-araceli-morales-llanos-la-ultima.html
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Primera edición del texto: Abril
de 2020.